lunes, 20 de enero de 2014




Caminan en la calle sin dirección alguna

siguiendo la inercia de sus pies
el camino de las madreselvas salvajes
la campana monótona de la torre de la rutina
el mendigo de sol en la esquina de la plaza sin fuente
el descuido de la mediavuelta al amanecer
la peregrina culpa de Sísifo siempre de vuelta, nunca de ida
una libreria sin poesía francesa
una pasteleria sin cruasán a la vista
¿Qué pensarán estas piedras milenarias sobre las que pisamos?
echarán de menos los repicares de las herraduras
y los ecos de viejos cantares
estas piedras convertidas en los capilares del mundo
son testigos del renacer continuo de la música urbana
los líquenes sus acompañantes de tribuna
contemplan lo frugal del paso de los actos
con su arrullo la paloma deviene la diva de excepción
y las gotas de lluvia se convierten en aplausos de un público nublado
Acaba la obra y se encienden los focos solares
irradiando hasta el último resquicio pétreo
cual smoking se cierran los paraguas de admiración
se evaporan los acuosos aplausos
y se empieza a desvanecer el teatro de la vida
y sólo quedan sensaciones evanescentes bajo un difuso manto



Marzo, 2010

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