domingo, 5 de octubre de 2014


La historia es producida por los hombres mediante el entrelazamiento de las acciones humanas  y de las condiciones estructurales.

Las circunstancias hacen a los hombres en la misma medida en que los hombres hacen las circunstancias. Son los hombres que cambian las circunstancias y que el propio educador necesita ser educado. 

La praxis es el espacio en el cual las acciones humanas y las condiciones estructurales (clases, formaciones) se interpretan mutuamente. La coincidencia de las circunstancias en cambio y de la actividad humana sólo puede ser concebida como praxis revolucionaria. En la actividad revolucionaria el cambio de uno mismo coincide con el cambio de circunstancias



Marx buscaba superar la unilateralidad extrema de las doctrinas idealistas como de las materialistas en una nueva síntesis dialéctica propia. La idea de praxis como puente que salva el vacío entre los individuos y las totalidades sociales se define como filosofía de la praxis, y se centra en la interacción entre las circunstancias objetivas y el espíritu creativo del hombre


La praxis se centra en el papel activo de las masas, las clases sociales, los movimientos sociales, los líderes... en la realización de las elecciones cruciales que influyen el curso de la historia. La primera premisa de la historia humana es la existencia de seres humanos. La historia es la creación del hombre mediante el trabajo, y la emergencia de la naturaleza para el hombre; él tiene por tanto la prueba evidente e irrefutable de su autocreación, de su propio origen. 

La acción humana se enmarca en un contexto y tiene unos límites. El primer límite es lo que los actores son capaces de a hacer. El segundo límite son las circunstancias, la situación de la acción heredada del pasado. El tercer límite, son las estructuras que son creaciones humanas. 

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