Hamlet es la venganza, la traición, la ambición de poder desmedida que acaba trágicamente. Las pasiones desmedidas acaban encontrando en el estilete y el veneno su más certera respuesta.
Hamlet es el hijo desdichado, cuyo padre fue asesinado por su padrastro que ahora yace cada noche con su madre. Esta situación se hace insoportable hasta el punto en que se nubla su Razón y la locura muestra su más sincera presencia.
"HAMLET:...se casa con mi tío,
hermano de mi padre, y a él tan semejante
como yo a Hércules; al mes escaso,
antes que la sal de sus lágrimas bastardas
dejarle de irritarle los ojos,
vuelve a casarse. ¡Ah, malvada prontitud,
saltar con tal viveza al lecho incestuoso!.
Ni está bien, ni puede traer nada bueno.
Pero estalla, corazón, porque yo debo callar."
(Hamlet, I.ii)
Después de la aparición del espectro de su padre que le confiesa quién le mató, Hamlet idea una teatral estratagema para comprobar si es cierto que fue así como todo sucedió. Unos cómicos representan una obra teatral que hace revivir a la Reina y al Rey la muerte del padre de Hamlet.
"ESPECTRO: ...venga su inmundo y monstruoso asesinato.
HAMLET: ¡Asesinato!"
(Hamlet, I.v)
Después de que Hamlet comprobara la veracidad del asesinato de su padre, Hamlet lleno de odio mata a Polonio y el rey lo expulsa a Inglaterra donde encarga su muerte. Hamlet se acaba enterando de los planes de su muerte y vuelve a Dinamarca.
"POLONIO: ...¿Te das cuenta? Con un cebo
de mentiras pescas el pez de la verdad."
(Hamlet II.i)
Al llegar encuentra al enterrador cantando y se pregunta hasta qué punto la muerte se ha vuelto rutina en el reino de Dinamarca puesto que encuentra al enterrador cavando y cantando. Esta es una muestra de hasta qué punto el Reino de Dinamarca está viciado de muerte.
"HAMLET: ¿Es que este hombre no tiene sentido de su oficio, que cava fosas cantando?
HORACIO: Con la costumbre se vuelve una cuestión de indiferencia."
(Hamlet V.i)
En la escena final, Laertes, hijo de Polonio, quiere vengar la muerte de su padre. Se encuentran frente a frente dos hijos cuyos padres han sido asesinados y sedientos de venganza. Ambos mueren, Polonio de una herida mortal y Hamlet por la espada envenenada de Polonio. A su vez, la reina muere al beber el vaso de vino envenenado que el Rey había preparado para asesinar a Hamlet. Antes de morir, y al ver a su madre muerta, Hamlet hace beber el vino envenenado al Rey que también muere.
"LAERTES:....No puedo más. ¡El Rey, el rey es le culpable!
HAMLET: ¿Con punta y envenenada? ¡Pues a lo tuyo, veneno!"
(Hamlet V:ii)
Así acaba esta magistral pieza teatral de Shakespeare que trata las más bajas pasiones desenfrenadas del ser humano. Esta escena finales el resultado del desenfreno de las más viles pasiones que rigen el comportamiento humano y que tienen como resultado la muerte como destino. Del mismo modo, Hamlet, cuyo padre fue asesinado, él asesina al padre de Laertes que, a su vez, asesina a Hamlet. ¿Qué sed de venganza es más justificable?, ¿Qué muerte es más justificable la de Polonio por error, o la del padre del Hamlet intencionada?.
"HAMLET: ... El resto es silencio."
(Hamlet V.ii)
Por último destacar el soliloquio de Hamlet sobre la muerte que dice Hamlet cuando se cree hallarse sólo en el jardín y en cambio, es espiado por el Rey y la Reina, y por el que esta pieza teatral ha pasado a la historia:
"HAMLET: Ser o no ser esa es la cuestión;
si es más noble para el alma soportar
las flechas y pedradas de la áspera Fortuna
o armarse contra un mar de adversidades
y darles fin en el encuentro. Morir: dormir,
nada más. Y si durmiendo terminaran
las angustias y los mil ataques naturales
herencia de la carne, sería una conclusión
seriamente deseable. Morir, dormir:
dormir, tal vez soñar. Sí, ése es el estorbo;
pues qué podríamos soñar en nuestro sueño eterno,
ya libres del agobio terrenal,
es una consideración que frena el juicio
y da tan larga vida a la desgracia. Pues, ¿quién
soportaría los azotes e injurias de este mundo,
el desmán del tirano, la afrenta del soberbio,
las penas del amor menospreciado,
la tardanza de la ley, la arrogancia del soberbio,
las penas del amor menospreciado,
la tardanza de la ley, la arrogancia del cargo,
los insultos que sufre la paciencia,
pudiendo cerrar cuentas uno mismo
con un simple puñal?, ¿Quién lleva esas cargas,
gimiendo y sudando bajo el peso de esta vida,
si no es porque el temor al más allá,
la tierra inexplorada de cuyas fronteras
ningún viajero vuelve, detiene los sentidos
y nos hace soportar los males que tenemos
antes que huir hacia otros que ignoramos?
La conciencia nos vuelve unos cobardes,
el color natural de nuestro ánimo
se mustia con el pálido matiz del pensamiento,
y empresas de gran peso y entidad
por tal motivo se desvían de su curso
y ya no son acción.... "
(Hamlet, III.i)
0 comentarios:
Publicar un comentario