jueves, 12 de septiembre de 2013



La democracia nació en la Grecia clásica en los siglos VI y V a.C. y, aunque se excluía a las mujeres, metecos (extranjeros) y esclavos, no es menos cierto que, vistos con sus ojos, las democracias liberales actuales serían para un griego todo menos democracias. Quizá les cuadrara más los conceptos de poliarquía o oligarquía como sugiere Robert Dahl en la que la mayor implicación del ciudadano con la polis se produce cada cuatro años. 

Características de la democracia ateniense:


  1. El centro de decisión y de poder del sistema político ateniense erala Asamblea (ekklesia) de todos los ciudadanos que se reunían al menos cuarenta veces al año y votaban sobre leyes, finanzas, impuestos, relaciones exteriores, orden público....
  2. Los puestos de mayor responsabilidad eran fruto de sorteo y no de elección. 
  3. La justicia se hallaba en manos de jurados populares muy numerosos y extremadamente poderosos, tanto que la soberanía de la Asamblea se superponía con la de los jurados populares.  

En definitiva las decisiones tomadas por cuerpos democráticos pasan cualquier examen de feiciencia y este sistema dura el suficiente lapso de tiempo como para ser considerado funcionalmente eficaz. 

Críticas de los pensadores griegos al modelo democrático:


  1. En una democracia cada uno hace lo que desea y vive de acuerdo con su capricho.
  2. La democracia distribuye igualdad tanto entre los iguales como entre los desiguales.
  3. La democracia significa el gobierno de los pobres contra o sobre los ricos.
Sólo las acciones políticas concretas de los griegos crearon la democracia. Para los griegos no existía ese blindaje institucional e ideológico que protege a los seres humanos contemporáneos de la realidad y les permite no tomarse demasiado en serio las consecuencias políticas de sus acciones: un error en la decisión política llevaba a la destrucción o a la esclavitud de la ciudad. El grado de exposición al mundo y a sus riesgos aumentó indudablemente la convicción de la importancia de la acción. Y de este modo, la acción nació tanto de la autoseguridad en las propias posibilidades como de la aguda conciencia de la enormidad de los peligros y de la fuerza de la contingencia. 

El concepto de política

La comprensión de la política designaba para los griegos aquello que pertenecía a la polis. Era lo opuesto a  lo privado, personal o particular y se refería a lo común. Con el tiempo, la política y los problemas de la polis fueron trasnfieréndose a la esfera pública en la que los ciudadanos se identificaba con la polis (politeia). La unidad de la polis es igual a la comunidad en conjunto. 

La reforma de Solón

Alrededor del 590a.C., Solón implementó una reforma que consiguió la estabilidad para Atenas y evitó el surgimiento de tiranías. Algunas de sus reformas están en el origen del desarrollo de la isonomia: protegió a los atenienses de la esclavitud por deudas, promovió el derecho de apelación ante el pueblo contra decisiones de los arcontes (magistrados, políticos), rompió el monopolio aristocrático de elegibilidad para cargos públicos, dividió el cuerpo de ciudadanos en cuatro clases de acuerdo con criterios meramente económicos y usó esa distinción com base de elegibilidad... En definitiva, la reforma de Solón procuró una noción de constitución o autoidentidad de la polis puesto que aspiraba a establecer el orden apropiado para la misma (eunomia). 

                                                       
                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                            
La reforma de Clístenes
La reforma administrativa de Clístenes estableció las tribus y la democracia en Atenas. gracias a ella se estableció la isonomia. Dividió a los ciudadanos del Ática en nuevas circunscripciones a las que dotó de ciertas nuevas funciones político-administrativas. Dividió a los ciudadnos en tribus (phylai) y a estas a su vez en tríadas que agrupaban distintos demoi. Los demoi enviaban un cierto número de representatnes (proporcional al número de habitantes) al Consejo de los Quinientos, reestructurado en el de los Cuatrocientos. El jefe del demo cumplía funciones de alcalde, era elegido por sus conciudadanos, elaboraba las listas electorales... Las tribus sólo tenían en común la ciudadanía que era fuente de solidaridad cívica. Clístenes introdujo también la institución del ostracismo, exilio por diez años de aquellos ciudadanos de los que se temía que pudieran convertirse en tiranos.






El desarrollo de la isonomia

Esta significaba igualdad de derechos políticos y de participación en los asuntos comunes. Es la polis la que crea seres humanos, no los seres humanos los que crean la polis. La sociedad política no es un instrumento para el bienestar de los individuos, sino que es constitutiva de los mismos individuos en tanto que seres humanos. La igualdad política entre los hombres significaba igual competencia política e igual posibilidad de participación en los asuntos públicos. 

Las enseñanzas sofísticas

Éstas pusieron en marcha procesos cruciales al desarrollo de la democracia: la igualdad en el juicio político y en la competencia ciudadana, la convencionalidad de toda institución y la capacidad de transformarla, el poder de la persuasión y de la palabra, la pluralidad de respuestas para cada tema y la posibilidad de enseñar la virtud y crear ciudadanos virtuosos a través de la educación y la práctica.

Las enseñanzas de los trágicos

Éstas provocaron la generación de un público democrático consciente de los problemas a los que la isonomia pudiera conducirle e igualmente decidido a contemplar de frente las dificultades y a actuar democráticamente sobre ellas. 

La Reforma de Pericles y Efialtes

Alrededor del 461a.C. Pericles y Efialtes promueven cambios en el papel del Areópago (transfieren sus poderes de control sobre los magistrados a la Asamblea, al Consejo de los Quinientos y a los tribunales populares), aumentan la responsabilidad de magistrados, extienden la isonomia a los procedimientos judiciales, abren los mecanismos de elegibilidad a los ciudadanos más pobres, instituyen los mysthoi (indemnizaciones por los jornales perdidos por asistir a la Asamblea, a los tribunales o al Consejo de los Quinientos)... Da comienzo así la edad de oro de la democracia ateniense que corre paralelo al imperialismo y guerra de la ciudad. La ausencia de conflictos civiles disgregadores puede deberse a los beneficios materiales que las diferentes tribus extrajeron del imperio persa.




Rasgos no institucionales de la democracia ateniense

Para la democracia ateniense la vida comunal era crucial. No existían partidos, ni el gobierno, ni la oposición en nuestro sentido moderno, sino varios miles de ciudadanos atendiendo a los debates y a los oradores y votando sin mediación organizativa alguna. Las fuentes de información (informales) eran múltiples y fácilmente accesibles. El objetivo era la toma de decisiones, no la elección de representantes. En definitiva, la identidad de los ciudadanos atenienses se encontraba ligada a la autorrealización de la que les dotaba la acción política en el seno de la polis. 

Concepto de libertad

En Atenas la libertad era entendida como libertad entre iguales que sólo podía mantenerse mediante la presencia cívica y la participación en el autogobierno de la polis. La libertad no es un estatus que uno obtiene debido a ciertas protecciones legales. La libertad es esencialmente autogobierno y participación en el autogobierno a través de las oportunidades políticas abiertas a todos. 

Orden social en la democracia ateniense

Tal disposición de cosas se lograba a través de la ley (nomos) y la eunomia. Pero el ideal espartano o platónico de sometimiento absoluto a un nomos estático no era el objetivo de la polis democrática. La Asamblea y el Consejo elaboran y promulgan las nomoi a través de las cuales la polis se gobierna, y sus creadores son los ciudadanos activos. La solución al exceso democrático que produce abuso (hybris) es la eunomia democrática, que es la sensatez y templanza; la sophrosyne, equilibrio. Y esta eunomia se logra a tavés de la isonomia, dirigida contra la arbritariedad y contra la tiranía. 

Así, isonomia no era simplemente una forma de gobierno, sino el establecimiento de un orden justo. A este se asocia la Isegoria o isokratia que es lo que los ciudadanos obtienen del gobierno de la ciudad. La isegoria es el derecho a tomar la palabra en la Asamblea, que representa la igualdad ciudadana en el ágora y se vincula con la parresia (derecho a decirlo todo). Todo ciudadano era responsable de lo que decía y de los consejos que daba a la polis.



Bibliografía:

Rafael del Águila & Fernando Vallespín (2001) La democracia en sus textos, Ciencias Sociales, Alianza editorial, Madrid, p.15-48

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