domingo, 8 de junio de 2014


La conciencia es la facultad interna para indagar sobre las bases éticas de la vida y sobre su sentido último. El núcleo de las reflexiones gira en torno a la vulnerabilidad humana, que es el detonante de toda ética. Los complejos misterios de la vida humana solicitan muchos tipos diferentes de búsqueda comprometida desde la capacidad interna de la conciencia de los seres humanos. Algunos tipos son religiosos y otros no son religiosos, y la habilidad mediante la cual las personas llevan a cabo esta búsqueda merece todo el respeto, una absoluta igualdad de respeto, tanto si la búsqueda es religiosa como si no lo es. La conciencia es un ente delicado y vulnerable que necesita del respaldo de las leyes y de las instituciones. 

El crucifijo y la indumentaria religiosa en las escuelas públicas

El antirreligionsimo ha suido típicamente injusto con los judíos y los musulmanes como ocurre hoy en Francia. Las kipás judías y los pañuelos musulmanes están prohibidos en clase asó como las fgrandes cruces cristianas: pero raramente se menciona que esto es una carga claramente desigual, pues para los hombres judíos y las mujeres musulmanas los artículos de indumentaria prohibidos son de uso obligado por su religión, mientras que el cristianismo no obliga a los cristianos a llevar grandes cruces.

La palabra cristiano en el borrador de la Constitución Europea

Los partidarios del establecimeitno de un culto oficial en la Constitución Europea.
Lo erróneo de esta postura es que no trata a las personas en condiciones de igualdad. Solicita a unos que subordinen sus compromisos de conciencia a los de otros. Esto conlleva desventajas para las minorías.

Dinero público para instituciones religiosas

Actualmente en España se define como un estado aconfesional, es decir, que no hay ninguna religión oficial pero tiene acuerdos con las diferentes religiones para promover la pluralidad religiosa. Pero en el caso de la financiación mediante el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) donde se pueden destinar los fondos a entidades sociales o a la Iglesia Católica pero no a otras religiones. Si se está de acuerdo en que se siga manteniendo este tipo de financiación, deberían aparecer todas las otras religiones, sean monoteístas o no, así como a asociaciones ateas. Esta situación es un claro favoritismo por parte del Estado hacia una religión en concreto, cosa que menoscaba la igualdad de las diferetnes religiones entre ellas. Esta situación conlleva desventajas para las religiones que no aparecen en el formulario del IRPF y pone en duda la aconfesionalidad del Estado. 


Desconocer la unidad del mundo significa considerar que religión y política son cosas completamente distintas, que nada tienen ni tendrán que ver la una con la otra. La verdad es que se intercambian entre ellas el vestido. Es indudable que los seres humanos no sólo vivimos en distintos territorios geográficos y conceptuales, sino que también lo hacemos en diferentes mundos simbólicos de sentido, que adquieren formas y contenido no sólo a través de las instuituciones de carácter político, jurídico y social sino también con el concurso de diversos sistemas religiosos y de las expectativas mundanas y ultramundanas que ofrecen a sus adeptos.



No todo tiene que estar organizado adecuadamente a lo que convenga al Estado administrativo moderno porque vivir en democracia implica respetar el derecho de las personas a elegir estilos de vida con los que no estoy de acuerdo. 


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