viernes, 1 de febrero de 2013

¿IPHONES Y IPADS A QUÉ PRECIO? o APPLE Y EL SUICIDIO DE LOS TRABAJADORES DE SUS PROVEEDORES

Hoy os hablaré de Foxconn que es parte de Hon Hai Precision Industry Co., uno de los mayores proveedores mundiales de componentes para la industria electrónica, con sede en Taiwán. Gran parte de su división de manufacturas está basada en China continental, donde ensambla un amplio rango de productos como el iPhone y la iPad de Apple, el Kindle de Amazon y el Xbox de Microsoft. Con 1.2 millones de empleados solamente en China, la producción se realiza en más de 12 fábricas en todo el país, incluyendo la enorme planta Longhua en la ciudad sureña de Shenzhen; la instalación de manufactura más grande de la empresa, y que emplea casi la mitad de su fuerza laboral china. Foxconn produce un estimado del 40% de los productos electrónicos de consumo del mundo.

¿Cuáles son las condiciones laborales de sus trabajadores? Los trabajadores tienen una tasa mensual de 80-100 horas extraordinarias, lo que excede 2-3 veces el límite legal. Tienen que estar de pie unas 10 horas al día y está prohibido hablar. Realizan cientos y hasta miles de movimientos repetitivos como si fueran máquinas. En algunos departamentos los trabajadores manipulan sustancias químicas de las que desconocen sus efectos nocivos y están expuestos al polvo de aluminio y, aunque utilicen guantes y máscaras, sus ropas están totalmente cubiertas de un polvo que también inhalan. Además se realizan trabajos de construcción y los vehículos circulan por un área en la que se encuentran apilados materiales de construcción. Es un entorno laboral nocivo y peligroso que ha llevado desde 2010, a más de una veintena de suicidio de sus empleados en China.

Estos datos que os acabo de facilitar, sí, son reales, y nos hacen pensar en que el hecho de consumir no es simplemente una compra aislada, descontextualizada. Todo producto tiene una historia de relaciones laborales detrás. Todo producto es una construcción humana. En el momento en que consumimos sin contextualizar las relaciones laborales que hay detrás de ese producto, lo reificamos y se vuelve totalmente extraño a nosotros adquiriendo propiedades sui generis. Esta información debería hacernos pensar sobre la historia intrínseca de los productos que consumimos y de las consecuencias de nuestras decisiones de compra. Yo sólo recomendaría informarse bien y tomar una decisión humana y solidaria y no egoísta.


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